domingo, 5 de abril de 2009

Too selfish.-

Cuesta elegir un tipo de muerte. Casi me suena contradictorio decir "yo quiero morir de tal manera". "Querer" y "morir" me parecen palabras incompatibles. Yo no quiero morir. Ni ahogado, ni quemado, ni asesinado, ni durmiendo, ni de risa. Simplemente no quiero. Y sin embargo es algo inevitable. "Morir" tiene más peso que "querer". "Querer" es casi un invento, una fantasía, porque casi nunca se cumple lo que queremos. Así que, ¿qué sentido tiene decir "yo quiero esto"? Es sólo una expresión de deseo, una idea ficticia, sólo una palabra que no indica nada verdadero. En cambio, "morir" es realidad. Morir es pura realidad. Tanta realidad que no alcanza ninguna palabra. Decimos "muerte" como podríamos decir "mesa", "casa" o "pato de goma": hablamos de algo que nos supera.

En la línea recta - Martín Blasco.



Todavía no me cae la ficha, todavía mi inconsciente le está diciendo a mi consciente que es una joda, que mañana va a decir 'I am alive!'. Pero no.

Ok, no voy a ser careta para decir q lo quería porque francamente no lo conocía demasiado. A lo que voy es que no entiendo qué lleva a una persona a hacer eso. Qué hace que una persona no piense en lo que tiene y que hay gente que literalmente no tienen nada ni a nadie... que se compare y que vea que ante ellos es muchísimo mejor.

I don't know, cada uno con sus temas. Nada más todo esto -ver a chicos tristes, llorando en la puta Bond Street por alguien al que amaban- me dio bastante miedo, uno de mis tantos miedos. De tener todo un día y que al otro instante lo que tenías en tus manos ya no está más y se desvanece en el aire. De que una persona a la cual yo quiero le pase algo y no esté más. Que el cuerpo esté pero su alma, su mente, sus sentimientos... no estén más.

Leo estas líneas y me doy cuenta que soy bastante egoísta.

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Nunca me va a atender.-

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