El sabor amargo del whisky me está matando. Extrañarte me mata.
Después de todo el whisky mezclado con sentimientos se torna dulce y lo monocromático toma colores un poco oscuros, pero colores al fin.
No quiero que esta sensación de éxtasis pasajero termine. No quiero volver a la realidad, no quiero pensar, no quiero saber, sentir. No sé qué quiero (en realidad quiero estar con vos).
Luego todo vuelve a ser como era antes, monocromo, aburrido, vacío, vacío, vacío.
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