El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mío, castillo mío; mi Dios, en quien confiaré.
Él te librara del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.
No temerás terror nocturno, ni saeta que vuelve de día, ni pestilencia que ande en la oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya.
(...)
No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.
(...)
Lo saciaré de larga vida y le mostraré la salvación.
...valor.
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