Hace bastante que no me sentía así. Pensé que iba a estar deprimidísimo, pero todo lo contrario. Aunque igual tampoco estoy feliz.
No quiero nada. No tengo ganas de nada. Ni de estar acá, ni de estar con vos -que nos íbamos a encontrar en la semana-; quizás el juego que hice es como todos me dijeron "necesitás sentirte deseado", la verdad es que ni sé por qué lo hice en realidad.
Es genial estar neutro, aunque también es demasiado aburrido.
Whatever, lo mejor de todo esto es que sé que mí otoño va a ser diferente, como todos los otoños.
Estoy de acuerdo contigo es aburrido estar neutro, pero entre la depresion, la hipomonia y la angustia estar neutro es un regalo del cielo.
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