Quizás intentar revivir (mejor dicho recordar) un amor muerto para enterrar a otro amor no sea lo mejor.
Muchos cometemos y cometimos errores. Quizás mi mayor error (ahora) fue traerte de nuevo a mi vida y con vos recuerdos imborrables sabiendo que jamás volveré a vos.
Sensaciones que jamás voy a poder borrar aunque lo intente. Ese lugar, ese Hotel. Sentí exactamente lo mismo cuando entré a la misma habitación por segunda vez pero con un sabor amargo y vacío que luego se fue llenando poco a poco con sus besos, caricias, abrazos, mimos. Esos mismos miedos, tan volátiles como lo que fue esa noche en pascuas. Miedos que fueron mayores que la primera vez, ese temor de volver a entrar a la habitación 14 (a la cual finalmente entré), de que no me aceptara, de que todo lo que pasara ahí sea completamente vacío y sin sentido; ese miedo de verme en los espejos de nuevo, de ver una persona totalmente diferente. Miedos que se evaporaron nuestro amor, amor que estoy intentando enterrar y olvidar totalmente, aunque duela.
Ahora entraste vos pero sé que no va a pasar nada, o eso espero. Tenés tanta razón cuando escribiste que antes no era la persona promiscua y frívola con una superioridad actuada que soy y que fui en su momento. Quizás algunos necesitamos un poco de eso para ocultar lo que somos en realidad, para llenarnos con algo vano, para sentirnos un poco colmados por un diminuto lapso de tiempo.
Al fin y al cabo nunca va a ser como antes, lo pasado quedó atrás y todas las cosas que pasan, pasan por algo. La vida sigue con o sin. Yo intento seguir, aunque sea el más miserable.
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