Me acuerdo que una vez, después de una crisis enorme, cuando fui a la psicóloga la misma me preguntó: Entonces, después de todo esto ¿cómo estás, como están los que te rodean?
Mi respuesta: Estamos todos mal.
Ella: ¿Tus padres están mal? ¿tus amigos están mal? ¿cómo lo notás?
Yo: No sé, en realidad, no sé si están mal ellos... pero yo sé que nosotros estamos mal.
Gracias a Dios dejé de ir a la psicóloga antes de que me diagnosticara desorden de personalidad.
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